¿Se ha preguntado usted de qué está hecha su casa, su ordenador, su coche? No se moleste, se lo digo yo. En el caso de la primera, por suntuosa o humilde que sea, está hecha de pequeñas cosas, insignificantes, inofensivas, pero que, con la argamasa necesaria y colocadas en los lugares convenientes, la hacen posible: ladrillo, yeso, arena, agua, cemento, hierro, cristal, plástico, madera y poco más.
Todos sabemos cómo se encuentra la situación en Cataluña. Y, ¿por qué estamos así? Bien es cierto que estos señores no han digerido todavía la derrota y pérdida de privilegios (es lo que tiene tener privilegios) ante el primer rey Borbón en 1.714 con motivo de la guerra de Sucesión y de hecho son la única región (que yo sepa) que conmemora una derrota cada 11 de septiembre, para que a nadie se le olvide que hay que recuperar lo perdido hace más de 300 años. Pero a lo que vamos: a las pequeñas cosas:
“España nos roba”, y nadie explica fehacientemente esta falacia y sanciona al que la propaga.
“El agua es mía”, (afirmación compartida con otras Comunidades) y la tiramos al mar antes que trasvasarla donde hace falta. Llenamos el sur de desaladoras caras e insuficientes con tal de no molestar a los “dueños” del agua. Cuando sople viento de levante deberíamos cobrar el aire a los castellano-manchegos y éstos a los madrileños y extremeños, pues ha pasado antes por aquí.
Silbidos al rey, y nadie suspende el partido y se celebra 24 horas después a puerta cerrada. Si está el rey, la bandera nacional o va a sonar el himno, has de llevar un pito. Esto ya se asume como parte del espectáculo. Fotos del rey y otros personajes en una diana, ruedas de prensa portando la foto del rey boca abajo, rotura de mandamientos judiciales en público, quema de banderas españolas en actos públicos, retirada de banderas españolas de los escaños del parlamento catalán, actos institucionales por parte de altos cargos de la Generalidad presididos sólo por la bandera de Cataluña, etc y no pasa nada. No se encuentra a los sospechosos, como en Casablanca. Todo está bajo el paraguas de la libertad de expresión y va minando el sentimiento de ser español. Hágalo usted al revés: sílbele a la bandera o al himno catalán, a ver dónde se queda la libertad de expresión.
Planes de estudios donde se adoctrina a los niños durante 35 años, y nadie hace nada no vaya a ser que se molesten. Embajadas en el extranjero. No, es que son centros para fomentar el comercio y el turismo, ese que luego desprecian y boicotean porque les molesta, y nadie hace nada. El .cat para fomentar la cultura y la lengua catalanas. Como si no se pudieran fomentar perfectamente bajo el dominio .es
Los partidos políticos “españoles” son unos corruptos sin autoridad para mandar sobre nosotros, y nadie les dice que son la Comunidad más corrupta de España, con el doble de casos que la segunda de la lista.
Estas pequeñas cosas, que no se corrigieron a tiempo, abonadas con los devaneos de los defensores del país de países y la nación de naciones y el buenismo de otros, el despilfarro en el gasto de algunas Comunidades receptoras de fondos (que hace que las Comunidades que aportan se cansen), la necesidad de ocultar casos de corrupción internos y otros ingredientes, puestas en una coctelera y agitados por manos expertas, han fomentado el sentimiento de independencia que arrastran desde 1.714. Con todo, me sorprende la facilidad para convencer, embaucar y embarcar a parte de una sociedad, que siempre estuvo en la vanguardia de todo, trabajadora y culta, en un viaje a ninguna parte. Debe ser cosa de la LOGSE.
Ahora, el vagón de cabeza quiere adelantar a la máquina sin que se produzca un descarrilamiento. Difícil. Habrá problemas graves por no haber solucionado a tiempo esas pequeñas cosas. Se tiene que aplicar la ley con todas sus consecuencias pero habrá que hacer mucha pedagogía, llegar a acuerdos para no romper la solidaridad entre Comunidades sin que nadie se pueda sentir explotado, y demostrarles que votar e independizarse no es el camino.
En el 66 hubo otro referéndum a nivel nacional. Sólo se podía hacer campaña por el sí. (Como ahora) Participación: 88,8%. Síes 95,6%. Noes 2,47. En blanco 2,47. ¿Queremos volver a esto, señores de Cataluña?
La burguesía catalana quiere salir de España y, como consecuencia, de la Unión Europea. Como Andorra y Suiza. Andorra y Suiza. ¿No les sugiere esto nada?
A ver si todo esto, al final, es cosa de la pela.
Este comentario, modificado, fue publicado por el diario La Verdad de Murcia el 29-9-2017
octubre 1, 2017
Enhorabuena Juan.Las cosas cuanto más claras, mejor.Me ha gustado mucho tu artículo.Un abrazo.
noviembre 5, 2017
Enhorabuena..!!!!…qué orgullo leer estas palabras, qué orgullo de conocerte y qué orgullo de haberte tenido de profesor.
Gracias por que en este país haya todavía gente cuerda e inteligente.