La irrupción de la bici en las ciudades, promovida, en general, por jóvenes concienciados con el medio ambiente, crea problemas en nuestra ciudad, pues sus dirigentes no saben cómo encajarla.
Con tanto 155, prisiones, exilios, fianzas y otras chanzas, parece que se les olvida poner en práctica el artículo 121.5, pero del Reglamento de Circulación. Apenas 1 línea, pero no lo entienden, o no lo quieren entender, que es peor. Tal vez sea una táctica consciente y premeditada para enfrentar a los colectivos peatón y ciclista y así tener una excusa perfecta para acallar quejas de unos culpando a los otros. “El incumplimiento de los deberes del servidor público es comparable al delito de prevaricación”, dicen los que entienden de esto.
La política de carriles bici, que van de ningún sitio a ninguna parte, además de cara, infrautilizada y peligrosa, no satisface a nadie.
Hay quienes quieren la bici para mantenerse en forma, y los que la tienen para desplazarse por la ciudad, ir al trabajo, de compras, llevar los nenes al cole, sentir la brisa en la cara, evitar la contaminación, etc.
Si es para lo primero, su solución no está en la acera ni en la calzada. Lo que usted necesita, amigo ciclista, es un velódromo (cuando se soterren las vías puede reclamar usted un par de ellos) donde ponerse morado haciendo series, fondo, carreras con otros compañeros, sudar, rebajar el estrés, o lo que su cuerpo le permita, dejando a los peatones tranquilicos, sin sobresaltos, caminando sin mirar de reojo por si viene usted haciendo diabluras.
Si es para lo segundo, su solución está en la calzada en la que deberá usted tener tantas medidas de protección como haga falta: distancia para ser adelantado, distancia para evitar alcances, aminorar la velocidad en los adelantamientos, carriles específicos en la calzada, etc.
Y cuando vaya por ella, compartiéndola con los usuarios de vehículos a motor, deberá respetar también las normas: llevar la bici asegurada, matriculada, debidamente señalizada, usar casco, no hablar por el móvil, no fumar (hombre, si la usa para evitar la contaminación, ir fumando no le pega), guardar las mismas distancias de seguridad que guardan los coches con usted y no meterse entre dos filas de coches detenidos en el semáforo, no transportar objetos que sobresalgan demasiado o sean potencialmente peligrosos, no saltarse los semáforos, no circular en dirección prohibida…. En definitiva, cumplir las normas de tráfico y mentalizarse de que puede ser sancionado o inmovilizado si no lo hace. Verá como el colectivo peatón se solidariza con usted y le ayuda a conseguir sus demandas.
Las aceras deben ser un lugar seguro para los peatones, prohibido a “toda clase de vehículos” según el 121.5.
Si son incapaces de solucionar algo tan sencillo, ¿cómo nos vamos a fiar de ustedes cuando prometen cosas más difíciles de conseguir?
Pónganse manos a la obra y saquen de una vez a las bicis de las aceras, jardines y zonas peatonales. Porque cada vez van más crecidos. Te miran como si el que sobrara en la acera, en el parque o el jardín fueras tú o los que están a tu cargo. La ley de la selva: el más fuerte gana.
Es la tercera vez que escribo sobre el tema. A ver si a la tercera va la vencida. ¿Esperanzas? Ningunas.
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