Me sorprende cada vez más el comprobar, día a día, el grado de animalismo que estamos alcanzando. Y no me refiero a los “animales” capaces de dejar en coma a un joven de un puñetazo y cosas peores, ya que a éstos hay que echarles de comer aparte, sino al animalismo como el deseo o ...
Juan de Murcia
Pan y circo