La sugerencia no es original. Está basada en el comportamiento de estos chicos que medio nos gobiernan de legislar para todo hasta conseguir el pensamiento único diciéndote dónde puedes fumar, dónde te puedes bañar, dónde educar a tus hijos, como si al nacer pasaran a ser propiedad del Estado, qué materias debe cursar y cuales no, cómo debes pensar y lo que está bien y mal.
Cuando acaben de cambiar cromos y se pongan a trabajar para el país que les está pagando, les sugiero la elaboración de un protocolo sencillico, de obligado cumplimiento para los medios de comunicación, respetando, como no, la libertad de expresión, de información y la línea editorial de cada uno. Un protocolo de mínimos que se siga en casos concretos: maltrato, violencia de género, violaciones, robos, hurtos reiterados y alguno más, que ellos, como gente leída que es, podrían añadir, ya que nos preocupan a todos por igual seas del partido que seas o votes a quien votes, o no votes a nadie, últimamente la opción más sabia. La información para estos casos debería contener como mínimo e inexcusablemente, el sexo, la edad, la profesión y la nacionalidad de los autores y así, ante un hecho delictivo. no dejaríamos volar nuestra imaginación y echar mano de los estereotipos más socorridos, como que la pareja de una mujer sea un hombre, que el que delinque sea mayor de edad o que el que roba en viviendas o en el Metro sea extranjero.
¿Y lo de la profesión? Pues sí. En lo que va de año han matado a casi 40 mujeres y ¿conoce usted la profesión de los asesinos? ¿Sabe si son fontaneros, maestros de escuela, electricistas o taxistas? No. Que yo haya podido comprobar, sólo han dicho la profesión de uno de ellos, que evidentemente no voy a repetir aquí. Sólo diré que pertenece a un cuerpo valorado y querido por todos, excepto en algunas zonas del país, tal vez por eso esta malévola deferencia. Diciendo el oficio de todos nos evitamos discriminaciones.
Contar la verdad no atenta contra los derechos fundamentales de nadie, pero ya verán como no se atreven.
Este comentario fue publicado por el diario La Verdad, de Murcia el 15-8-2.019
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