El bueno de Pablo Hasel ha sido encarcelado. Los jueces no han entendido su arte. En vez de presentarse en prisión, se “acogió a sagrado” en la universidad de Lérida, amontonando un puñado de mesas y sillas para dificultar su detención. Toda una idea táctica a copiar por los mandos de la OTAN. Durante el desalojo ...
Juan de Murcia
Pan y circo