Al César lo que es del César

Escrito por 12 marzo 2021 0 0

De vez en cuando salta a los titulares que un deportista ha perdido la medalla de oro o el título de ganador de determinada prueba, días o años después de haberla ganado, al confirmarse que la consiguió con la ayuda de sustancias dopantes, pasando a ocupar esta posición de privilegio el que quedó en segunda posición. Se le obliga a devolverla y, en algunos casos, se le sanciona a estar un tiempo sin poder competir.

Recientemente se ha hecho público algo que estaba latente, que era evidente, que viene de lejos, de muy lejos, como es la adjudicación de obras públicas a determinadas empresas. No entro en si a cambio de esto o de aquello, que agravaría todavía más el asunto. Me limito al hecho, ya de por sí deleznable, de jugar con el trabajo limpio de decenas de profesionales que compiten respetando las reglas del juego y luego ven cómo siempre “le toca la lotería” a los mismos.

Con la moción de censura habrá cambio de asientos, espero que también de políticas, y no quede todo en un quítate tú que me pongo yo y todo siga igual. Es tiempo de sacar la aspiradora, vaciar y limpiar con lejía los cajones y abrir ventanales de par en par para que entre aire fresco.

El que llegue tendrá mucho trabajo, pero le hago un ruego: que empiece a hacer justicia en el asunto de las adjudicaciones de obras, quitando” la medalla de oro” a quienes las consiguieron fraudulentamente y se las den a los que, compitiendo en buena lid, quedaron en segundo lugar, dándoles la parte económica que les hubiera correspondido y el prestigio que merecieron y no recibieron por estos chanchullos. Si no es su competencia, inste a quien la tenga.

Este comentario se publicó en el Diario La Verdad, de Murcia, el 12-3-2.021

No hay comentarios todavía.

Escribrir una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *