Esta frase, oída a Carlos Herrera, podría ser la solución de los males de la sanidad del país. Dicen los que se manifiestan en su favor que es la joya de la corona, que hay que cuidarla y que no se puede perder. Pero, ¿quién la pone en peligro? Pues todos un poco:
Los políticos centrales por dar lugar a que haya al menos 400 médicos menos en activo por su insistencia en hacer la adjudicación de plazas vía telemática, por convocar un número raquítico de plazas MIR que obliga a contratar a médicos extranjeros (algunos con sorpresa incluida), por no legislar para que los sanitarios ganen el mismo buen sueldo en todo el territorio nacional, aunque después haya complementos para compensar el coste de la vida y evitar fugas entre Comunidades o al extranjero.
Los autonómicos por no prever las necesidades del servicio, acostumbrados a que 4 médicos saquen adelante el trabajo de 6 o 7, a costa de su salud y de perder la calidad de las relaciones familiares, porque no cubren las bajas, ni las vacaciones ni las jubilaciones, por dar a los usuarios un folio entero de derechos y una línea de deberes, por no aplicar sanciones ejemplarizantes a los que amenazan o agreden a un sanitario…
Los usuarios que acuden a las urgencias en vez de al centro de salud `porque el nene tiene moquicos ya 10 días o porque les pilla de camino a la playa.
Los políticos, antes de cesar o trasladar a un compañero, normalmente para darle un puesto mejor, ya tienen nombrado al sustituto que es presentado en sociedad a bombo y platillo. Los médicos a doblar turnos.
Pues eso. Más batas y menos corbatas.
Este comentario fue publicado por el diario La Verdad de Murcia el 8-12-2022
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