Juan de Murcia

Se cogen unos 50.000 m2 de tierra de la Huerta en plena producción: naranjos, limoneros, melocotoneros, patatas, maíz… que aportan frescor, sombra, color, olor a azahar y un poco de dinero para sufragar gastos.
Se recalifican y se convierten en solares. De la noche a la mañana usted es propietario de un “solar” plantado de limoneros, naranjos o patatas, pero no puede construir en él porque está afectado por un plan parcial.
La Junta de Hacendados deja de mondar la acequia para que no les llegue el agua y la conversión en solares no quede sólo en un papel sino que sea real, efectiva y visible.
Se dejan pasar 40 años y el plan parcial no se desarrolla. Ni usted ni sus hijos han podido construir debido al plan, ni mantener cuidado el huerto de sus antepasados por falta de agua.
Los huertos han desaparecido, los árboles se secaron y dejaron paso a malas hierbas que fueron pasto de las llamas en 2 o 3 ocasiones. Cualquier rincón era apto para verter escombros. La zona ya se ha empobrecido, degradado y presenta un aspecto deplorable.
Llegados a este punto, el Catastro los vuelve a recalificar como huertos fijando su valor en un 90% menos que antes por “improductivos”. De nuevo tiene usted un huerto pero ahora plantado de hierbas, troncos secos carbonizados y, con suerte, un montoncito de escombro.
Todo preparado para que el amiguete de turno, o la autoridad competente, compren o te expropien los huertos por el 10% de su valor.
El círculo se ha cerrado.
Y digo yo: ¿Alguien te va a devolver el IBI de los solares pagado durante 40 años? ¿Alguien va a abonar el importe de 40 años de cosechas perdidas? ¿Va a llegar de nuevo el agua? ¿Alguien te va a pedir perdón por haberte amargado la vida durante 40 años? ¿Se va a reestructurar algo para que esto no pase más?
Políticos incapaces de preservar la Huerta y de asegurar a su pueblo algo imprescindible como el agua no deberían existir. Estamos así desde tiempos de Alfonso X el Sabio. El eslogan “Agua para todos”, bien manejado, da votos pero es una pantomima, un engaño y una tomadura de pelo. Debería sustituirse por “Todos mienten con el Agua” o por “Mentiras para todos”, que es más corto.