¿Tiene usted la tensión baja? ¿Tiene la visión borrosa, mareos, somnolencia, debilidad, sensación de desmayo o vértigo? ¿Le han fallado la medicación tradicional, las medias de compresión, la hidratación abundante o el incremento de la cantidad de sal en la dieta? No le dé más vueltas. Tengo el remedio para usted, amigo lector. Infalible. Garantizado. Gratuito. Sin medicamentos que dañen otras partes del cuerpo. Totalmente demostrado en cientos de pacientes que dejaron de ser hipotensos notando mejoría desde el primer día. La solución a su problema está en Urbanismo. Sí, sí. No lo ha leído mal: en Urbanismo.
Plantéese usted el pedir licencia para construirse una vivienda, reformar la que tiene, derribar una parte, o piense en cualquier asunto en el que tenga que participar esta Concejalía.
Desde el primer instante, en cuanto le informen de lo que necesita hacer para cambiar un cuarto de baño, por ejemplo, su rostro dejará su palidez habitual y empezará a adquirir un tono rosado proporcionando a sus mejillas un calorcillo rejuvenecedor y cuando salga por primera vez del edificio notará que su corazón ya ha empezado a latir con más fuerza.
Poco después, cansado de esperar noticias, hará una segunda visita, le darán el número del expediente (siempre y cuando que su solicitud no se haya traspapelado o la hayan llevado al despacho equivocado y no aparezca por ninguna parte) y le dirán que está pendiente de la D.G. de Cultura, de los Bomberos o de Medio Ambiente, que llame la semana que viene. El tono rosado empezará a adquirir un tono rojo cereza. El tratamiento va bien.
Ante la demora y ausencia de noticias, usted irá de nuevo a Urbanismo. Esta vez le dirán que el expediente está en el servicio técnico, que puede usted subir a la primera planta y preguntar por D. Fulano de Tal. Decenas de puertas cerradas le hacen pensar que dentro hay personas trabajando concienzuda y arduamente. Una vez ante la puerta del despacho se encontrará con una nota: “Atención al público lunes, miércoles y viernes de 12 a 14h”. Será lunes, las 12:45 y, después de esperar media hora, saldrá del despacho contiguo un señor y dirá: “D. Fulano hoy no va a venir”. Así, sin más. Sin anestesia. A D. Fulano no se le ha ocurrido pedir que pongan en su puerta una nota diciendo más o menos: “Las visitas de hoy lunes serán atendidas mañana martes. Disculpen las molestias”. Hombre, por favor, cómo va a disculparse si él es Dios y usted un cansino que quiere hacer las cosas legalmente. El rojo cereza irá dejando paso a un rojo fuego. Usted está casi curado.
La propia Concejalía se da un plazo de tres meses para resolver los expedientes, pero si pasan cuatro o más no pasa nada: nadie le dará la carta de pago para que usted obtenga la licencia en virtud del silencio administrativo positivo. Usted se encontrará en un limbo legal del que no podrá salir. Ahora, amigo lector, ya está usted curado.
Su corazón latirá con fuerza y aportará a su cerebro sangre en cantidad. Ahora estará usted tan lúcido y habrá aprendido tanto que decidirá pasar de tanta incompetencia, tanta mediocridad y tanta chulería y hará las obras sin licencia, como la mitad de los murcianos.
Es lo que hay.
Este comentario fue publicado en de diario La Verdad de Murcia el 6 de junio de 2.016
Escribrir una respuesta