Rebelión en el gallinero

Escrito por 13 agosto 2016 0 1

¡Vaya por Dios! Parece ser que sus señorías vuelven a tener un problema de asiento como ya ocurrió hace unos meses y nadie quiere ir a lo que ellos mismos denominan “gallinero” lo que me parece una falta de tacto político y de respeto a los que durante casi 40 años han venido ocupando estos escaños sin protestas y sin estridencias. Deberían tener más cuidado y no insultarnos tan a menudo con “sus problemas”, sabiendo cómo está el patio.

Es posible que, como viven tan preocupados por nosotros y en mejorar nuestro día a día, no tengan tiempo para ver las previas de la fórmula uno, las carreras de motos o cómo se adjudican las plazas de cualquier oposición (por la que ninguno de ellos pasa para llega allí; basta con moverse poco para salir bien en la foto) en las que uno está delante y los demás van estando detrás hasta llegar a uno que es el último, que no es peor ni menos importante que el primero, pero es el último.

Para que este comentario sea algo más que una crítica blandita, voy a hacer dos propuestas que solucionarían el tema:

A.- Una vez recogidas las actas mandaba a sus señorías a sus respectivas provincias a empaparse de los problemas de sus conciudadanos, a patear la calle todos los días no sólo los 15 días de campaña repartiendo flores, globos o bolígrafos, dando la mano y besitos por los mercados con los medios de comunicación revoloteando a su alrededor como moscas, y dejaba en el Congreso a la Mesa, al Gobierno, a los líderes de los partidos con representación parlamentaria, los portavoces y los guardianes del botón. Debatidas las normas a aprobar, el guardián del botón del PP pulsaría el suyo y se encenderían de golpe 134 luces, el del PSOE tocaría el suyo y se encenderían 83 luces y así sucesivamente. Con esta opción nos perderíamos ver que alguno se equivoca de botón, otro que pulsa dos a la vez, otros con el periódico, el móvil o jugando con el ordenador, pero sobraría sitio con las dos primeras filas de asientos y todos tendrían primeros planos en telediarios y prensa. No haría falta el gallinero.

B.-Casi todas las empresas que conozco privadas y públicas han hecho ajustes de plantillas para ganar en competitividad. De acuerdo con esto, en las próximas elecciones, sacaría a concurso entre 175 y 230 plazas, no las 350 que tantos problemas de columnas y gallineros acarrean y nos ahorraríamos un pastón. Después aplicaría la opción A, evidentemente.

La representación no es un problema de cantidad sino de calidad. Es preferible que te defienda un buen abogado, que te opere un buen cirujano o que te enseñe un buen maestro a que te defiendan, operen y enseñen 3 o 4 mediocres o malos.

Parece ciencia-ficción, ¿verdad? También decían eso de algunas cosas de Julio Verne y mire por dónde vamos, amigo lector.

Hagan la prueba. Vamos a ganar todos.

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