Vaya valla

Escrito por 4 julio 2017 0 0

He estado mirando el palmarés de nuestros atletas en las pruebas de 100 y 110 metros vallas y  los resultados son bastante mejorables, no así en 1.500 metros lisos, 3.000, marcha o maratón, por citar unas cuantas, en las que nos comportamos mejor.

Y es que aquí los verdaderos especialistas en vallas son los políticos, esos señores que trepan al poder para servirnos a usted y a mí, querido lector. Lo llevan en el ADN: la vocación de servirnos, solucionar nuestros problemas y, en definitiva, hacer nuestra vida más fácil.

Por ejemplo:

Permiten hacer, en una zona sísmica como la nuestra, la fachada del hospital Reina Sofía a base de losas que, por vibraciones, dilataciones o mala colocación, se desprenden  y pueden matar al viandante: 400 metros  vallas.

Les ceden los pabellones del Cuartel de Artillería y al que está bajo su responsabilidad se le cae la cornisa a pedazos: 200 metros vallas. (Ménsulas atornilladas a la pared, que ya les vale)

Dejan derribar interiormente la estación Murcia El Carmen por si algún día llega el AVE: 110 metros vallas.

Descubren el arrabal árabe más importante de Europa: 300 metros vallas.

Que los árboles de gran porte de la ciudad se encuentran bien podados, según los técnicos, pero se caen a pedazos y los repodan “al cero” y los dejan tiritando: 1.500 metros vallas. En este caso te preguntas: si estaban bien podados, ¿a qué viene este cambio de estilo en la poda? ¿Estaban bien podados antes o lo están  ahora?

Que se cae una rama de un árbol del Cuartel de Artillería: se cierra la valla del jardín de Floridablanca. Esto es como fracturarte el tobillo y escayolarte la muñeca, por si te vuelves a caer. Si hay una valla, se cierra el jardín y problema resuelto. ¿Pero no están bien podados? ¿A qué esos nervios?

He vivido siempre en la huerta y sé lo imprevisible y casi inevitable que es que una rama de un árbol te pueda dar un buen susto. Pero me asustan más las explicaciones que dan “los técnicos”. ¿Es posible que quede todavía alguien,  en esta Murcia nuestra, que no se dé cuenta que necesitamos a-g-u-a para  beber, regar, mantener un microclima que suavice las temperaturas extremas que soportamos y soportaremos, para  que no baje el nivel freático y afecte a las cimentaciones de los edificios más antiguos de la cuidad y a las raíces de los árboles de gran porte y no se vean afectados por el “estrés térmico”, que digo yo será el equivalente al “golpe de calor” en los humanos, que se remedia hidratándose y evitando las horas centrales del día , cosa esta última que el árbol no puede hacer…., en lugar de dejar que vaya a parar al mar, con tal de no molestar al reyezuelo autonómico de turno? Ya sé que ahora no sobra agua en ningún río pero ha habido meses en los que casi se ahogan por exceso de agua y de haber estado las infraestructuras no tendríamos estos problemas. A ver si estos son como el científico que pensaba mandar una nave tripulada al Sol y ante la perplejidad de sus compañeros  argumentó “que irían de noche”.

Y volviendo a las vallas. Son elementos provisionales para dar solución a un problema con carácter de urgencia, no para que adornen nuestra ciudad permanentemente.

Muévase, hombre.

Este comentario fue publicado en el diario La Verdad, de Murcia el 4-7-17.

 

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