Vamos a contar mentiras, tralará

Escrito por 18 julio 2017 0 0

Estaba aún en pie el muro de Berlín. En plena guerra fría era corriente hacer chistes de americanos y rusos. Había uno que usaban profesores de universidad y conferenciantes de la época que era inevitable cuando el tema era hablar sobre distintas formas de decir la verdad. El chiste en cuestión, que les resumo para no cansarles, tenía lugar en un circuito de carreras de fórmula uno: el coche francés rompía el motor, el italiano pinchaba, el alemán se salía de la pista….quedando sólo el americano, que ganaba la prueba, y el ruso que entraba en segunda posición. Al día siguiente los titulares rusos decían: Nuestro coche entró en una honrosa segunda posición mientras que el americano llegó el penúltimo.
Y se preguntarán ustedes por qué les cuento un chiste. Pues porque he leído un titular que me ha transportado inexorablemente a aquellos tiempos, aquellas conferencias y clases en las que te alertaban de cómo se puede camuflar la verdad en un titular.
Resulta que el SMS se va a ahorrar 1’7 millones de euros al conseguir adjudicar unas obras, en el Hospital Reina Sofía, que iban a costar 5’2 en sólo 3’4, noticia colgada también en la web de la empresa elegida como si de una medalla se tratara. Vamos a ver, que el periódico lo leemos gente semiculta, culta, y muy culta. Vamos, gente leída, “estudiá” y no se nos deben dar titulares con esa facilidad. Diga usted que el SMS – es decir, todos los murcianos- va a perder 3’4 millones de euros en arreglar unas deficiencias cuando en realidad no debería perder ni un céntimo, si se hubiese gestionado bien la recepción de la obra o se hubiera impedido, de salida, la construcción con una técnica que da problemas y los seguirá dando si no se acomete una reforma integral y severa de la misma.
Esos tres millones y medio de euros los debería pagar la constructora o el arquitecto o las compañías de seguros de alguno de ellos, o el que recibió la obra. ¿Ha prescrito el plazo de garantía por vicios ocultos o es que esto, al estar a la vista, no se considera como tal? ¿Cuándo vamos a cambiar el chip y premiar lo seguro, lo eficiente aunque sea menos estético pero, en consecuencia, más barato que a fin de cuentas es lo que hay que conseguir? ¿Es que no tenemos bastantes experiencias de megaobras de diseño, como colegios en los que te asas dentro, o bibliotecas que o te asas dentro o los aparatos de aire acondicionado no te permiten concentrarte en el estudio o la lectura del ruido que hacen y se inundan cuando llueve y tienes que andar después parcheando y gastando dinero a espuertas para reacondicionarlas a la realidad del clima de Murcia? ¿Cuándo van a abrir el abanico a nuevas ofertas, nuevas ideas, nuevos nombres y no asignar siempre las obras a los mismos incompetentes? ¿Es todo una casualidad? ¿Es también una casualidad que políticos y técnicos casi que compartan taxi para acudir, con más frecuencia de la deseada, a los juzgados? ¿También es casualidad que la empresa que va a hacer los arreglos se viera inmersa en la trama del tres por ciento catalán? ¿Es que no vamos a aprender nunca?
Luego no me vengan con que las listas de espera se han reducido de 30.120 a 28.409 y que la media de días para ser atendido ha bajado de 108 a 94 (Datos SMS) porque las cuatro cantidades son vergonzosas y vergonzantes. Con tres millones y medio de euros me dejo yo las listas de espera de varias especialidades quirúrgicas y las técnicas diagnosticas a cero en una semana.
¿Que no? Hagan la prueba.

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