No seré yo quien vaya en romería a Madrid a ensalzar, exaltar o enaltecer la figura de Franco, ni ahora que está en el Valle, ni después cuando esté en la Almudena u otro lugar, preferente o escondido detrás de la columna, ni al acantilado desde el cual se esparzan sus cenizas, porque Madrid está lejos, me pierdo cada vez que voy y hay obras de teatro, conciertos, zarzuelas, museos, palacios, etc. que me despiertan más el interés, respetando que otros quieran hacerlo.
Dicho esto me gustaría, no obstante, entender a estos chicos que nos gobiernan, cuando ven bien que se pueda decir ante miles de personas asesino al Presidente del Gobierno, dictador al Rey, puta a la Infanta, que fusilen a la Reina, que ETA es una gran nación, que le peguen 7 tiros al juez, desear la muerte, el secuestro, justificar el uso de las armas, el terrorismo, las bombas, los atentados y los Gora ETA, porque entra dentro de la libertad de expresión, y no permitan que haya otros, pocos aunque en ligero aumento por toda esta movida 40 años después, que puedan decir Viva Franco.
Bien está que decidan quién puede o no puede estar o lo que se puede o no hacer o decir en lugares públicos, aunque después de ver y oír lo que pasa en el Congreso podrían empezar por barrer su casa, pero, una vez que sales al terreno privado, ¿qué pretenden? ¿Hasta dónde piensan adoctrinarnos a base de decretos ley que no saben ni leer después? Acabaran diciéndonos por qué acera caminar y el color de zapatos. ¿Dónde está ahora la libertad de expresión, señoras y señores progresistas? Querían derogar la mal llamada ley mordaza. Las manifestaciones de algunas gobernantas sí que son una ley mordaza. Se amparan en la Ley de Memoria Histórica diciendo que impide los actos de exaltación en cualquier parte de España, y, que yo sepa, sólo hace referencia al recinto del Valle. No entiendo estos miedos después de 40 años.
Las visitas al Valle no se pueden asociar a la presencia en él del dictador. Sería como asociar las visitas a la catedral de Burgos con el Cid. Los vaivenes en sus declaraciones también son chocantes. Ahora es la Iglesia la que debe resolver la situación pero presionan para que no sea en la Almudena. Situación que han creado ellos con su falta de previsión y soluciones antes de empezar a remover el asunto. Deberían haber pedido consejo al presidente González. Se han metido en un bancal recién regado del que les va a costar salir. Por el camino habrán dejado otro montón de heridas abiertas. Y que quede aquí y no la emprendan con tirar la cruz o demoler la basílica. De éstos te lo puedes esperar todo. Sobra soberbia.
Este comentario fue publicado en el diario La Verdad, de Murcia, el 8-11-18
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