Tonto, agresivo e inmune.

Escrito por 24 septiembre 2019 0 0

Ya les conté en una ocasión quién es el culpable de la inseguridad y falta de civismo que nos acompaña día a día. No es la policía, ni los jueces. Somos nosotros, por votar a políticos ineptos, acomodados, amigos del “laissez faire” – en murciano del “mientras rula no es chamba”-, cuya mente está más en el pacto, el pasto y la pasta que en hacer la vida segura y agradable a los ciudadanos. Pero ya están votados, los tenemos que soportar 3 o 4 años (bastante menos últimamente) y hay que exigirles que cumplan y, sobre todo, que hagan cumplir la ley.

Entiendo que tal y como está la actualidad en nuestra Región, ponerse a hablar aquí de que un energúmeno estuvo a punto de llevarse por delante con su bicicleta a dos niños de corta edad y una señora ciega en una acera de la calle Cartagena pues no vende, o de que la gente fuma en la Arrixaca a pesar de estar llena de carteles prohibiéndolo y por megafonía recordando que no se puede, no vende, o de los que dejan aparcados los coches las 24 horas del día sobre las aceras y obligan a los peatones a caminar por la calzada, pues no vende, o del gorrilla que intimida a la conductora o del que te deja la caquita del perrito o acorta pasando por el parterre hasta eliminar el césped que cada equis tiempo tienen que reponer los jardineros, pues no vende, o de que hay quien salta la valla de los colegios para hacer un botellón o jugar al fútbol no vende. Lo de jugar al fútbol me parece muy bien, pero entrando por la puerta con permiso del director o de algún responsable de la concejalía de educación, no saltando la valla.

Todo este incivismo de baja intensidad, que diría el vasco, es lo que queremos que nos solucionen y nos hagan el día a día más agradable. He visto a ciudadanos de a pie implicarse en estos temas y comprendo que cada vez seamos menos los que con educación tratamos de corregir estas conductas, porque te expones a que el infractor “te lo explique” con un par de insultos o tortas, por decirlo fino.

Y, ¿por qué tiene que verse amenazado o agredido un ciudadano que lo único que ha hecho ha sido, con educación, advertirle que su comportamiento no es correcto? Pues porque la autoridad competente hace dejación de sus funciones (denunciar no le gusta a nadie, dicen) y los tontos violentos se saben inmunes. Redactan leyes confusas e interpretables con más escapatorias que una esponja de baño y estos elementos las conocen todas.

Los pocos responsables que quedan irán mirando para otro lado y que salga el sol por Antequera. De manera que la convivencia se parecerá cada vez más a la selva, donde cada uno navega a su aire. Y cuando quieran atajarlo será tarde, como siempre. Serán los violentos los que atacarán a la policía y les tirarán vallas a la cabeza. Porque las costumbres se hacen leyes y lo que ahora se corrige con una frase, con una conversación, para que entiendan que el poder reside en la autoridad, después necesita de una tanqueta.

Al tiempo.

Este comentario fue publicado en el diario La Verdad, de Murcia, el 24-9-2.019.

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