Nos vemos en las urnas

Escrito por 21 noviembre 2019 1 0

Si viviéramos en un país normal, con políticos normales, no digo ya superdotados y súper preparados para conducirnos, la afirmación que da título a este comentario no sería un futurible como decía aquel, sino una afirmación contundente. Lo que ocurre es que muchos no son normales, entendiendo por normal lo que nos enseñaron nuestros abuelos y padres: personas que cuando daban su palabra, lo acordado o prometido ya no tenía marcha atrás. Si ganabas, estupendo y si perdías espabilabas para hacer mejor el trato siguiente, pero ése lo cumplías con todas sus consecuencias, personas que cuando eran insultadas levantaban un muro entre sí que costaba generaciones derribar. Se tenía sentido del honor, del orden, del compromiso, de la dignidad y respeto a la palabra dada.

Pero los tiempos han cambiado. Ahora prometen el oro y el moro a pleno pulmón, se insultan, excluyen al adversario a perpetuidad, etc., y cuando conocen los resultados de la quiniela electoral todo se olvida y no esconden sus vergüenzas por los cambios sino que te muestran su más amplia sonrisa justificándolo con unas buenas dosis de cinismo. Pelillos a la mar con tal de seguir con las llaves del Falcon y te permitan probar el cuero de la bancada azul. No son gente seria. Mercadean con tu voto, ese que tanto te costó decidir basándote en las promesas de campaña y ahora está donde ellos quieren porque lo que realmente les interesa no es hacer una política de derechas o de izquierdas sino llegar a 176 pagando los peajes que sean necesarios.

De momento las sumas no dan. Estamos como hace siete meses o peor. Si empiezan a producirse sentencias condenatorias o inhabilitantes en Cataluña, en Andalucía ya se sabe que no cuentan, las posturas se radicalizarán aún más y las líneas rojas pasarán a ser líneas rosas y no faltará quien diga que las traspasan porque así lo han pedido los españoles y las españolas que no quieren otras elecciones.

Europa sigue llamándonos al orden presupuestario y urge a que haya pronto un gobierno que dé estabilidad, reduzca el gasto y vaya bajando la deuda. El primer acuerdo de gobierno entre los dos partidos progresistas es un mal comienzo para cumplir estas demandas.

Si todos son coherentes con lo prometido en campaña, difícil. Muy difícil.

Este comentario fue publicado en el diario La Verdad, de Murcia, el 22-11-2.019

1 Comment
  • Ana Mª del Carmen Carrilero Galera
    noviembre 23, 2019

    Te sigo. Muchos besos Mª Carmen

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