Una de autobuses.

Escrito por 17 enero 2020 0 0

Antes de comenzar este comentario, debo aclarar que he visitado las estaciones de autobuses de tres de nuestras provincias limítrofes para hablar con fundamento, y hay de todo: en cuanto al tamaño, materiales empleados, diseño, accesibilidad, etc., estamos de la mitad de la tabla para abajo. Pero hay un aspecto en el que les ganamos por goleada. No hay color. La desidia, el abandono, la dejadez que presenta la nuestra supera con creces a la segunda clasificada.

En 2.008, la de Murcia, recibió el Premio a la “Mejor Estación de Autobuses” de manos de la Asociación para el Desarrollo del Transporte (¿?), según reza una placa colgada en el vestíbulo de la entrada principal, y desde entonces, parece ser, no se ha invertido un euro en su mantenimiento. Carencia de una zona donde aparcar en superficie, a no ser que invadas la de carga y descarga del mercado y de un vestíbulo cerrado que te dé calor en invierno y fresco en verano mientras esperas. Tableros de publicidad apenas legibles decoran la cornisa de la isleta central, locales cerrados, otros donde puedes facturar, comer o apostar, pero no comprar un periódico, una revista ni, qué digamos, un libro (cosas que sí puedes hacer en las otras). Dos andenes inutilizados, acordonados con las correspondientes vallas por razones de seguridad, al haberse desprendido las lamas que decoraban el techo, el revestimiento de todos los pilares sujeto con cinta de precinto adhesiva o forrados con bolsas de basura amarillas que con el paso del tiempo se van rasgando y sus trozos se convierten en improvisadas  banderas agitadas por el viento, luminosos que anuncian la salida en unos instantes de autobuses que ni siguiera están en el andén, usuarios fumando a pesar de los carteles que te informan que está prohibido sin que nadie les llame la atención, muchachos que la cruzan en bicicleta a modo de atajo,…

Esta dejadez da una impresión negativa al foráneo, una más, (no todos los que nos visitan pasan por Alfonso X)) y al que es de aquí, pero esto no parece importar a los responsables y tal vez piensen que nos merecemos una estación así.  Otra posibilidad es que, como se va a construir una nueva en los terrenos que se liberen cuando se soterre la actual estación de ferrocarril en el Carmen, pues aguantemos así unos años más.

Hasta entonces, que no falten vallas ni precinto ni bolsas de basura.

Este comentario fue publicado en el diario La Verdad, de Murcia, el 17-1-20

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