Por la acera no, gracias.

Escrito por 4 marzo 2016 1 2

A lo largo de nuestra existencia vamos interiorizando una serie de hábitos, gestos, llámenlo como deseen, por puro instinto de conservación.
Así, por ejemplo, miramos antes de cruzar la calle, nos distanciamos de los cables eléctricos, aproximamos los labios cuidadosamente antes de probar la sopa o el café, metemos la mano con cuidado en el cajón de los cubiertos o en la caja de los hilos, etc. Ahora, a mis años, he adquirido un hábito nuevo que consiste en asomar con cuidado la cabeza antes de poner un pie en la calle, por si pasa una bicicleta y me afeita en seco, y no les exagero.
Consultado el tema resulta que hay: carril bici (exclusivo bicicletas), vías ciclistas (exclusivo bicicletas), ciclocalles (bici-coche), acera bici (peatón – bici) y carreteras (coche-bici). Es decir, han convertido a la bici en la reina del mambo: pueden ir por la carretera sin respetar señal alguna, subirse a la acera para no parar en los semáforos, cruzar los pasos de peatones, ir por direcciones prohibidas, cruzar las redondas en diagonal, pasar a cierta velocidad a unos centímetros de los peatones, circular sin luz y no llevar chaleco reflectante por la noche, hablar por el móvil, llevar puestos auriculares, no llevar un seguro de responsabilidad civil,…. y no pasa nada, pero nada de nada: los ciclistas creen que lo están haciendo bien y los peatones piensan que cuando nadie les dice nada será porque los ampara la ley, y por si esto es poco, resulta que no hay ordenanza que las regule, con lo cual hemos creado el monstruo perfecto.
Hay una ordenanza de 30 páginas, que regula el servicio de bicicletas públicas, más preocupada por si se pierde la bici o el candado de la misma que de hacer un buen uso de ella, que te remite al Reglamento General de Circulación y este Reglamento en su artículo 121.5 dice: “La circulación de toda clase de vehículos en ningún caso deberá efectuarse por las aceras y demás zonas peatonales”. Creo que es contundentemente claro. No admite interpretaciones. Pero, por si algún adelantado intenta camuflar el tema y legislar a su aire, en el artículo 93 el mismo Reglamento dice: “En ningún caso podrán las ordenanzas municipales oponerse, alterar, desvirtuar o inducir a confusión con los preceptos de este Reglamento”. Por lo tanto amigo lector que nos dejen de milongas los pensantes del Ayuntamiento que si calles anchas o calles estrechas, que si son unos pocos los que van mal…. y las bicis por su carril bici, su ciclo calle o la calzada, y los peatones por las aceras. Fácil, ¿no?
No estoy contra la bici. He sido ciclista más de 20 años. Si hay que darle a la bici un carril de las calles y rondas más amplias de la ciudad, que se lo den ya. Si hay que cederles parte de las calles no tan anchas, que se lo cedan ya. Lo que me molesta es el desorden, el caos, la anarquía , el peligro gratuito de los ciclistas en las aceras y la abulia de las autoridades competentes.
A ver si unos y otros entran en razón, empiezan a poner orden en el caos ciclístico de la ciudad antes de que haya que lamentar accidentes innecesarios, heridos o algo peor, y hacemos de verdad una ciudad más sostenible que es de lo que se trata.

Este comentario fue publicado en el diario La Verdad el 8-3-2016.

6 meses después:

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1 Comment
  • Mari Carmen
    marzo 17, 2016

    Totalmente de acuerdo.Murcia es una ciudad ideal para el uso de la bici, pero no por las aceras

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