Si es general es más fácil

Escrito por 18 noviembre 2020 0 0

Cualquier medida, buena o mala, adoptada con carácter general es injusta, pues beneficia o perjudica, respectivamente, a quien no lo merece.

El último palo de ciego para frenar los contagios ha consistido en cerrar temporalmente bares y restaurantes, como si el virus estuviera en la espuma de la cerveza, sobre las anchoas de las marineras, en el huevo duro de los pasteles de carne o en el mújol a la sal. Son los usuarios los que, con su incivismo manifiesto, se merecen la sanción, como la merecen los que suplen el cierre con fiestas en casas particulares: no pueden pasar sin alcohol, afirman.

La medida me parece injusta porque muchos bares y restaurantes han seguido las normas, pero otros se han ganado a pulso el cierre, por consentir que los clientes, al amparo de unos botellines de cerveza, pasen horas de tertulia en la terraza sin mascarilla y fumando sin parar, sin guardar la distancia de seguridad entre ellos ni entre los viandantes que se llevan detrás el aroma de sus cigarrillos.

Les van a compensar las pérdidas, que está muy bien, aunque sería perfecto compensar a todos los sectores perjudicados; pero no sé si los que, con su dejación disciplinaria respecto a sus clientes, merecen los mismos beneficios que los otros.

Cuando se levante la prohibición, (aquí las medidas se toman con un ojo puesto en las UCI y otro en las próximas fiestas a las que hay que llegar con pocos contagiados los últimos días aunque haya miles acumulados, y si hay UCI para todos nos podemos seguir muriendo y demorar la toma de decisiones contundentes a tiempo que no pasa nada) sugiero que se sancione en el acto al que lo haga mal y no a un sector completo. Pero para eso hace falta control. Policías y Guardia Civil, además de su rutina, se ocupan de que se cumplan los confinamientos domiciliarios, el cierre por municipios (que debe ser flexibilizado, porque vamos), el toque de queda,… y de la colaboración ciudadana tienes que esperar cada vez menos pues son frecuentes los enfrentamientos verbales con estos energúmenos y hasta te puedes llevar una puñalada de regalo, como al joven de Madrid, por ser civilizado. Por eso sigo siendo pesimista.

El ejército colabora desinfectando y rastreando, pero, ¿se le podría pedir algo más?

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