Malos tiempos para el Supremo.

Escrito por 26 enero 2024 0 0

Hace días, el señor Ortega Smith, respondiendo a una provocación verbal de un concejal de otro partido político, asestó un revés, con los papeles que le sirvieron de guion a modo de improvisada raqueta, a una botella de agua que salió por los aires. Esta conducta fue reprobada por los grupos, exigiéndole que se disculpara, que entregara el acta y abandonara la vida política.

Recientemente el Constitucional ha enmendado la plana al Supremo en dos ocasiones. La primera, que guarda relación con el párrafo anterior, una resolución diciendo que el diputado de Podemos, Alberto Rodríguez, que había agredido a un policía, no debía haber dejado su acta de diputado. No he escuchado a ninguno de los reprobadores de Ortega manifestarse en contra. Será por respeto al Constitucional.

El sentir popular y el de sus representantes políticos es que no puede estar en política el que se manifieste con actos violentos, físicos o verbales, y digo yo que es mucho más violento patear a un policía que golpear una botella de agua. Entonces, ¿en qué quedamos?

La segunda, un día después, rechaza que tenga que repetirse el juicio a Otegi por considerarlo cosa juzgada.

La jugada parece clara: hay que ir preparando el terreno para sembrar dudas sobre el Supremo. De nada servirá que el juicio a una parte de los que van a ser amnistiados fuera televisado en directo con todas las garantías procesales y una sentencia unánime. Así les será más fácil argumentar en Europa que el Supremo dicta sentencias con las tripas y no es de fiar.

Y todo siete a cuatro, que esto sí que habría que ver si es constitucional.

¿Para qué jugar el partido si sabes que vas a ganar o perder por siete a cuatro?

Este comentario fue publicado en el diario La Verdad, de Murcia, el 26-1-24.

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