Illa, illa, mascarilla.

Escrito por 25 noviembre 2020 1 0

Al principio de la pandemia nos dijeron que el CoV-2 era un virus pesado, dentro de su enorme pequeñez, y que caía al suelo, junto con la saliva que sale de nuestra boca al hablar, toser o estornudar, no más allá de metro y medio o dos metros. Muchos incrédulos pensábamos ya entonces que debía tratarse de una mentira piadosa para no alarmar a la población, de una medida preventiva parcial, pues, aunque no sepamos de medicina, virología o pandemias, sabemos que el aire transporta bacterias, hongos, esporas, pólenes, polvo y otras sustancias sólidas o líquidas mucho más pesadas que un virus por gordo que sea. A ver qué ley física explicaría esta anomalía.

Han pasado diez meses y las medidas adoptadas para frenar la propagación han tenido una eficacia relativa, tal vez porque el virus, como el amor, está en el aire.

Los estudiosos han empezado a hablar: “… se ha demostrado la viabilidad del virus en el aire, en condiciones experimentales, durante, al menos, 16 horas en las que, además, se mantiene con la misma carga viral”. “Recientes estudios permiten afirmar que la transmisión del virus por aerosoles debe considerarse una vía de transmisión adicional a las ya reconocidas. El riesgo aumenta en la distancia corta, entornos cerrados y concurridos, especialmente mal ventilados, y si se realizan actividades que aumenten la generación de aerosoles, como hacer ejercicio físico, hablar alto, gritar o cantar” (Fuente: Ministerio de Sanidad 12-11-2020).

Ahora ya admiten que puede permanecer en los aerosoles (les cuesta decir “en el aire”) que no son los envases para pulverizar los insecticidas, perfumes y otros líquidos, sino suspensiones de partículas diminutas de sólidos o líquidos en el aire u otro gas.

Pero seguimos dando a la mascarilla un uso “flexibilizado”. Hay que llevarla bien puesta (que esa es otra) estés con más de cinco, o tú sólo porque el virus puede haberlo dejado en suspensión alguien que estornudó o pasó corriendo hace horas. Es posible que la carga viral sea tan pequeña que no tenga entidad como para ocasionar una infección severa, pero prevenir mejor que curar.

Su uso debería ser obligatorio sin excepciones. Habría que revisar los colectivos y las situaciones concretas que quedaron exentas en su día, por su bien y el de los demás. Una “operación renove” tampoco vendría mal.

1 Comment
  • Николай
    noviembre 30, 2020

    Ser n unos cuantos los que saldr n retratados de esta crisis por las tragaderas que han demostrado con la de la Uni n Europea- y recurr a a un retru cano para justificar que, a partir de ahora, y al contrario que hasta el d a de hoy, el Gobierno recomienda el uso de mascarillas. De hecho, avanzaba que a partir del lunes se repartir n en las bocas del metro.

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